No nos es dado percibir la belleza; percibimos formas de belleza. Pero es tan profundo el goce que producen que creemos verla. Así solemos encadenarnos en fantasmas laterales de la belleza, en espejismos.
*
La paradoja esencial en los cuestionamientos a uno mismo: es imposible que algo se juzgue a sí mismo; por más que se quiera siempre se será subjetivo. Es ilógico pensar que nos podemos juzgar (o que podemos juzgar a los otros).
*
Que algo sea verídico no es nada más que una señal que lo creemos; que al oírlo (o leerlo) se sienta que se sabía, aunque jamás se halla sabido. Basta con esa sensación para ser verídico.
*
El fracaso en el tiempo.
*
Para comprender un texto debemos abolir nuestra moral, para criticarlo debemos crearnos una moral.
*
No se puede hablar con la ignorancia
porque no te entiende.
*
No hay nada peor que el silencio cuando no es esperado.
*
Palabras, sentimientos. En realidad nada. Podemos pensar lo que queramos, pero lo que pesa, lo verdaderamente importante, es el acto en sí, lo que pasa en sí. No hay nada más que eso: todo lo demás son brumas en el vacío.
1 comentario:
Estos cuestionamientos estan buenos. Utilizo una expresion de Omar Chauvie cuando digo que frente a las preguntas estamos habituados al habito escolar del machete: "buscamos papelitos". Aca buscaste papelitos? Yo creo que no.
Saludos. Lindo post
Publicar un comentario