Hay tarta, cerveza, calor. Se hizo noche
y estamos en el piso callados. Las palabras
entre nosotros mutaron, se volvieron lluvia,
arroyo que crece y desborda orillas. Estamos quietos.
Todo está quieto en la casa y desespera. Todo brilla,
quiere incendiarse, desvanecer. Enceguece.
Cerramos los ojos fuerte y nos abrazamos.
4 comentarios:
Por favor! Es bellísimo!
Esa quietud inquieta de los amores que son lluvia y fuego a la vez.
Impecable poesía.
Conmovedora.
Muyyyy bello, sí.
Adoro los poemas de etiqueta amorcis.
Como a los amorcis que los generan.
Quiero tarta, quiero cerveza, quiero lluvia y colgar la ropa afuera.
Lindísimas palabras.
Le saluda,
P.
siempre te abrazo así, como esa vez.
:)
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