30.1.06

habitos extraños...

Sip, Gibreel me desafio a contar mis extrañezas:

* Cuando me esfuerzo en lo que estoy haciendo tiendo a hacer morisquetas con la cara, la lengua sale de la boca juega en la comisura de los labios...
* Como me molesta a horrores mi mano izquierda, porque no sé para que usarla, cuando trabajo la coloco a mi espalda, para no verla...
* Se me pegan todos las extrañezas que escucho decir, y las repito porque me divierte usarlas, lo que hace que sea dificil a veces entender qué estoy diciendo...
* Tiendo a usar ropa de invierno en verano y de verano en invierno, por lo que me muero de calor cuando hace calor y de frio cuando hace frio. Por mucho que me esfuerzo no puedo cambiar esto :( ...
* Me gusta andar descalzo, siempre, aunque hagan temperaturas bajo cero...

He cumplido el desafio.

25.1.06











Eres lo que mas quiero en este mundo, eso eres,
mi pensamiento mas profundo, también eres,
tan sólo dime lo que hago, aquí me tienes.

Eres cuando despierto lo primero, eso eres,
lo que a mi vida le hace falta si no vienes,
lo único, preciosa, que mi mente habita hoy.

Qué mas puedo decirte,
tal vez puedo mentirte sin razón,
pero lo que hoy siento
es que sin ti estoy muerto, pues eres
lo que mas quiero en este mundo, eso eres.

Eres el tiempo que comparto, eso eres,
lo que la gente promete cuando se quiere,
mi salvación, mi esperanza y mi fe.

Soy el que quererte quiere como nadie soy,
el que te llevaría el sustento día a día,
el que por ti daría la vida, ese soy.

Aquí estoy a tu lado
y espero aquí sentado hasta el final.
No te has imaginado lo que por ti he esperado, pues eres
lo que yo amo en este mundo, eso eres,
cada minuto en lo que pienso, eso eres,
lo que más cuido en este mundo, eso eres.

Cafe Tacuba

Feliz cumple Pdi!

15.1.06

bajo el calor el mundo se evapora















Bajo el calor el mundo se evapora. Un cangrejo
me pellizca el talón. Abandono la lectura y te miro
nadar. Otro cangrejo hace cosquillas
en mis pies bajo el agua. Dejo el libro
en donde no se moje y me zambullo
para abrazarte. Rápida venís, asustada
porque no sé nadar bien, y me empujás
contra las defensas del río. Ahí estas tranquila
y mirándome a los ojos te sumergís de nuevo
para salir pegada a mi cuerpo.
Y mientras tus brazos me aprietan más
contra las bolsas de arena
vas acercando tus labios a los míos.

9.1.06

los angeles cambian plumas en primavera

Sola y temblando te encuentro con los ojos tan abiertos que se me ocurren personas, con el cuerpo que forma un nudo audaz. Temo. ¿Lo habías visto? ¿Hiciste lo que no se debe? ¿Viste el ángel de frente? El frío y la sensación de ausencia que te rodean no me ayudan a imaginar nada bueno.
Me acerco esperanzado en que sólo sea un sueño tu encuentro con el ángel. ¿Cuántas veces te habíamos advertido del peligro? Infinitas. No escuchaste, no comprendiste el riesgo.
Me siento culpable. Hace dos horas uno de ellos detuvo su vuelo sobre la plaza del Sol. Aterrizó en el anfiteatro y agitó con fuerzas sus alas, dejando escapar viejas plumas. Los niños -que nada saben de estas cosas- corrieron jugando a recogerlas. Sus madres los retaron. Ví que algunos escondían en sus ropas astutamente los restos del grandioso plumaje. Por fortuna el cuidador juntó las que quedaban en bolsas de las que van directo a los crematorios. Era hermoso ver como hacía para introducir plumas naranjas, amarillas, azules, verdes y rojas sin tocarlas. Lo bello de la escena me extasió, olvidándome. Un olvido pasajero, mucho menor al de las miradas y los besos. Cuando me recordé una hora había pasado y el aire estaba poblado de ángeles. Te busqué para rescatarte, sé lo ingenua que sos, ingenua hasta el punto de descender por el ojo del ángel hasta el olvido. Y ya ves, tenía razón, lo habías visto.
Entro mi mirada en la tuya y, como esperaba, veo que no estás. La no-existencia te ha capturado, no sabés de palabras, de silencios, de plumajes. No vivís más que tu cuerpo sin sentir. Tu alma dá al vacío esencial.
Invento una solución. Te abrazo, te beso, te transmito el calor de mi vida pero vos continuás fría. Sonrío pero seguís ciega a mis sensaciones. Tus ojos no son semillas y contemplan las sombras de lo que será sin saberlo.
Traigo un espejo. Lo coloco frente tuyo para que te veas. La ausencia de esencia te carcome. Me desespero.
Busco el ángel que te olvidó. Lo encuentro a la entrada del cine, despegando las sombras de sus dueños. Tiemblo. El introduce extrañas melodías en mi mente, tratando de confundirme. Cierro mis ojos y me acerco hasta él. Siento su suspiro de luz agitando mi cabello. Mi mente se ilumina, un calor ideal cosquillea en mis venas. Lo supongo cercano. Me abraza. También lo abrazo y las plumas de su espalda se deshacen en mis manos. Nos besamos. Me olvido. Te encuentro.

1.1.06

Alegres se agitan las hojas porque el viento
no se olvida de ellas. La rama entera canta.
De esa comunión el sol es cómplice
y delicados se posan sus rayos sobre el árbol
para alimentarlo.

Eco también son los pájaros
que giran alrededor de la copa, que entran y salen,
que se posan el las ramas y les hacen coro.

De tanta alegría una hoja se emborracha
para caer en nuestras manos
enamoradas en la sombra.