8.5.06

Elementos de la nostalgia

Chris Langstroth- Nostalgia III


Al sur de esta región vuelan los pájaros
pero la tierra es seca y cenicienta
y las ramas de los árboles suenan
a chatarra entre el viento.
Oh pájaros, volad con alegría:
alguien habrá compadeciéndome.
Como premonición de algún deseo
las nubes arrastran la arena de los médanos:
cimbran los cardos con esqueletos de sonidos,
todo es una lujuria lentísima que socava.
Vientos, pastos, caldenes solitarios,
arrancad esta aguja clavada en mi corazón,
haced que deje algo menos inútil que mi paso:
una gota de sangre, una gota
de sangre sola, una sola
gota que sea como la sangre de la nada.
Quisiera
vivir mi vida entera aquí, quisiera
morir mi vida entera aquí, morir mi muerte entera
y sin destino, mi muerte coronada
como lo único purísimo,
lo único seco y solo con su fruto salvaje,
la herrumbre de algo que debió ser espléndido
y para lo cual me sentí concebido.

(Horacio Armani, de La vida de siempre, 1958)

5 comentarios:

principio de incertidumbre dijo...

sí, yo también quiero esa herrumbre (o ese reconstruirse con tierra, soy tu chica de tierra y barro). Y ya lo encontré.


¿te dije cuánto te quiero hoy?????????????

ASÍ de grande...

Adriano dijo...

La nostalgia, la nostalgia. Te mata y te resucita, te vuelve a hacer renacer cuantas veces quieras. Siempre que está la imagen poética de un árbol, lo siento como una metáfora de nuestra existencia. Qué bella es la naturaleza.

Nidesca dijo...

vivir, morir... y en le ínterin mecerce en un columpio y querer tocar la luna con las puntas de los pies, mientras nuestra sangre jamás deja de danzar con ademanes sagrados.

saludos

Explorando dijo...

espartako: ...pues le agradezco los saludos, hermano...

amorcis: ...sí que sos mi chica de tierra...

...y sí me lo dijiste, pero nunca me alcanza ¿sabés?...

...y yo te quiero mássi!!!...

Adrianófanes: ...la naturaleza es hermosa, indescriptible...

nika: ...columpiarse, que hermoso...

saludos reales a todos!!!

ángel dijo...

Bello poema del escritor y traductor argentino Horacio Armani.

Por la frescura de su lenguaje y atmósferas parecería haber sido escrito hace un mes, y no casi cincuenta años atrás.

Un placer leerlo en tu espacio que hoy redescubro.

Saludos...